Siente el poder del dragón en tu piel. Son muchos los beneficios de la sangre de drago, entre los que destacan sus propiedades antioxidantes, regenerativas antienvejecimiento, cicatricante e incluso antiinflamatorio.
El drago (Dracaena draco L.) es un árbol típico del clima subtropical de Macaronesia, particularmente de las Islas Canarias, así como en Cabo Verde. El látex que exuda en el tronco es de un color rojo vivo y se conoce como “sangre de drago o de dragón”.
También se puede denominar sangre de drago al látex obtenido de otras especies como: Croton, Daemonorops, Jathropa y/o Pterocarpus. Y también de Calamus rotang (un tipo de palmera), siendo la de Dracaena draco la más apreciada. Aunque en Gran Canaria también hay otra interesante especie que es la Dracaena tamaranae G. Kunkel.
Beneficios de la sangre de drago a través de su composición
A pesar de su fama y uso medicinal y estético desde la antigüedad, hasta hace poco apenas se conocía la composición química de la sangre de dragón.
Pero en los últimos años se han llevado a cabo numerosas investigaciones, principalmente en el CSIC en Canarias, gracias a las cuales se ha ido desentrañando su composición. Por ahora se han identificado más de 20 compuestos orgánicos, la mayoría flavonoides, saponinas y chalconas.
Los beneficios de la sangre de drago vienen, entre otros, por su resina, rica en taninos y ácido ascórbico, dos potentes antioxidantes capaces de neutralizar los radicales libres que aceleran el fotoenvejecimiento.
La presencia de sapogeninas, especialmente la ruscogenina y de isoflavonas en su composición aportan propiedades antioxidantes para las células. Esto conlleva efectos regenerativos de la piel si se aplica vía tópica, con una menor muerte celular con importantes efectos antidegenerativos y antienvejecimiento del organismo.
También es rico en el alcaloide taspina (de efecto cicatrizante, antiinflamatorio y regenerador muy beneficioso sobre la piel) y en proantocinidinas. Las proantocinidinas no solo ayudan a unir las fibras de colágeno natural, sino que inhiben la acción de las enzimas que, al envejecer, tienden a romperlo. Por lo cual ejerce un efecto muy duradero reduciendo las arrugas que son, en definitiva, la expresión visible del deterioro de la piel. El poder antioxidante de las proantocinidinas oligoméricas se mostró 20 veces más potente que la vitamina C y 50 veces más potente que la vitamina E.
Las leyendas detrás de la sangre de dragón
Una leyenda oriental cuenta la historia de un elefante y un basilisco –una especie de dragón– que se enfrentan en una lucha a muerte. El basilisco se enrosca en el cuerpo del elefante y le desgarra la piel con sus zarpas y dientes. La pérdida de sangre debilita al robusto paquidermo, que cae estrepitosamente al suelo, aplastando de paso al extraño reptil. En su letal agonía, la sangre de ambas bestias se mezcla y, al coagularse, forma una masa amorfa que resulta poseer virtudes maravillosas.
Esta leyenda fue recogida por Plinio el Viejo (siglo I d.C.) en su monumental Historia naturalis y posteriormente se extendió por toda Europa. Plinio la llamó sanguis draconis y, con ese nombre latino, figura en numerosos textos medievales europeos.
Una versión parecida se encuentra en la literatura árabe clásica. Aquí los protagonistas son dos hermanos que pelean entre sí, muriendo ambos en un baño de sangre, dam al-ajawayn, que quiere decir “sangre de los dos hermanos”. Y así se conoció y comercializó en el mundo islámico medieval, incluyendo los califatos de al-Ándalus.
La línea Dragold de 2CDerma usa como ingrediente fundamental la sangre de drago para poner en sus manos unos productos altamente eficaces, en una formulación novedosa potenciando sus efectos con otros ingredientes, como comentaremos en posteriores entradas.
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